África oriental lucha en estos momentos contra el peor brote de kala-azar de la última década. Gracias a una colaboración llevada a cabo en toda la región a través de la Plataforma para la Leishmaniasis en el Este de África (LEAP, por sus siglas en inglés) se ha desarrollado una nueva combinación terapéutica (EGS + PM) más barata y que disminuye casi a la mitad el ciclo de tratamiento – de 30 días de inyecciones a 17 días- . Los países del África oriental están tomando las medidas regulatorias necesarias para usar este tratamiento dentro de sus programas, pero los expertos alertan de que pocos pacientes se beneficiarán sin los fondos internacionales necesarios y el interés y el apoyo a los gobiernos para su puesta en marcha.
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“Los más pobres entre los pobres que viven en áreas remotas son los más afectados por el kala-azar y los que más podrían beneficiarse de un régimen de tratamiento más corto y más asequible”, señaló la Dra. Monique Wasunna, Subdirectora del KEMRI y Directora de DNDi África. “Cuando hablamos de enfermedades y pacientes olvidados nos referimos a que aún habiendo nuevos tratamientos y esperanza, ellos permanecen lejos de los titulares de la prensa y de las prioridades de los donadores de fondos para conseguir el apoyo para los gobiernos. Por esta razón hacemos este llamamiento, para que se actúe urgentemente.”
Esta semana, en Nairobi, más de 100 investigadores clínicos y expertos procedentes de Ministerios de Sanidad y de autoridades de regulación farmacéutica, asisten a la reunión bianual de la LEAP- Plataforma para la Leishmaniasis en el Este de África- para ver qué es lo que funciona y lo que no en este campo y para encontrar maneras de optimizar el control de la enfermedad.
Tras 70 años de pocos cambios o mejoras en el tratamiento del kala-azar en África, la LEAP y sus socios han desarrollado una nueva combinación terapéutica: estibogluconato sódico y paromomicina (ESG + PM). Además de ser más económica, esta combinación terapéutica reduce el ciclo de tratamiento hasta casi la mitad –de 30 a 17 días de inyecciones-. Esta asociación medicamentosa cura también a los enfermos. Las combinaciones terapéuticas ayudan a combatir la resistencia al tratamiento. Ciertos países de la región han empezado el proceso de registro pero aún necesitan fondos para controlar la enfermedad.
Kala-azar es otro nombre que se le da a la leishmaniasis visceral (VL), una enfermedad parasitaria endémica en 70 países de todo el mundo. El Sur de Sudán registra el segundo mayor número de casos después de la India. La enfermedad se propaga a través de la picadura de la mosca de la arena. Aproximadamente medio millón de personas están infectadas con la enfermedad y de 50 a 60.000 personas mueren cada año como resultado de la infección. Los pacientes sufren fiebre crónica irregular, pérdida significativa de peso, hinchazón del bazo y del hígado y anemia.
“Llevo cincuenta años dedicándome a tratar pacientes con kala-azar e investigando este parásito mortal y por eso sé de primera mano cuan desesperadamente los pacientes pobres y los trabajadores de salud sobrecargados necesitan un tratamiento más corto, más barato y más fácil de usar”, dijo el profesor Ahmed Mohamed El Hassan, profesor emérito del Instituto de Enfermedades Endémicas de la Universidad de Jartum, Sudán. “Lo ideal para los pacientes en estas condiciones, sería un tratamiento oral, como los medicamentos que se están testando o uno completamente nuevo, pero estamos todavía muy lejos de esta meta así que necesitamos hacerlo lo mejor que podamos con los medicamentos disponibles y encontrar los fondos para echarlos adelante”, añadió.
En marzo de 2010, el Comité de Expertos sobre el control de la leishmaniasis de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó la combinación de ESG + PM como tratamiento de primera línea para la LV en el Este de África. Dicho fármaco ya está siendo utilizado para tratar a pacientes en países como Sudán y el Sudán del Sur. Otros países afectados están tramitando el registro de la PM para combinarla con ESG, el cual ya se encuentra registrado, y suministrar este tratamiento a los pacientes más necesitados.
“Después de 20 años, la OMS ha actualizado los lineamientos para el control de la leishmaniasis. Esto demuestra que hay una mayor colaboración y progreso en este campo. Ahora, los países necesitan ayuda para traducir este progreso en vidas de pacientes salvadas”, sostuvo la Dra. Mercè Herrero, de Control y Prevención de Enfermedades del Programa Nacional de control de la leishmaniasis de la OMS en Etiopía.
El desarrollo de la PM + SSG es el resultado de un acuerdo de colaboración durante un período de seis años entre DNDi, LEAP, y otros socios que incluyen el Programa Nacional de Control de Kenia, Sudán, Etiopía y Uganda, Médicos Sin Fronteras (MSF) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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La Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Olvidadas (DNDi)
DNDi es una organización de investigación y desarrollo sin fines lucrativos, que trabaja para ofrecer nuevos y mejores tratamientos para enfermedades olvidadas como la tripanosomiasis africana humana, la leishmaniasis, el mal de Chagas, la malaria y con la reciente expansión de su portafolio de proyectos, las infecciones por helmintos y el tratamiento específico del VIH pediátrico.
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